En relación a los acuerdos tomados
en la I Asamblea Nacional del Frente Nacional de
Resistencia Popular
Rebeca Becerra
Los acuerdos tomados por la Asamblea Nacional del
Frente Nacional de Resistencia realizada el 26 y 27 de febrero del presente año,
atendiendo a las orientaciones de su máximo dirigente, Manuel Zelaya Rosales y
demás miembros coordinadores, atendiendo a la voz de las bases ¿Deben ser
respetados y cumplidos? Aquellos y aquellas que queremos lo mejor para el
pueblo hondureño, aunque discrepemos, debemos sumarnos a la lucha que se nos
avecina, debemos responder con disciplina y con trabajo, cada uno y cada una
desde su trinchera, cada uno y cada una con las armas que mejor maneje. Ya no
podemos a estas alturas, después de tanto soportar violaciones a nuestros
derechos humanos, hambre, exclusión social, falta de oportunidades, etc., caminar por diferentes senderos y
dividir el gran camino que nos debe llevar a la toma del poder, que tarde para
alguno/as y/o temprano para otros/as llegará. El optimismo es gratuito.
Estos acuerdos nos vienen a imponer nuevos
retos, importantes son los individuales, plantearnos mejorar en nuestras
posiciones ideológicas y dejar de lado el sectarismo, los deseos y las
aspiraciones personales que no son impulsadas por necesidades colectivas. En
este sentido necesitamos crecer en el SER revolucionario. Más disciplina,
compromiso, mayor esfuerzo tanto de las bases pero sobretodo de los dirigentes,
principalmente de su máximo representante Manuel Zelaya Rosales a quien el
pueblo humilde y hambriento, feliz y esperanzado, ha tendido su mano.
Los retos colectivos son orientados por la
estrategia, la cual seguramente ya se tenía pensada y analizada antes de
realizar la Asamblea y de llegar a los acuerdos. ¿Cómo se mantendrá MOTIVADO y
cantando durante cinco años a un pueblo hambriento y sediento de justicia?
¿Cómo se mantendrá unificado? ¿Cómo se mantendrá en el camino “correcto”?
Mientras desde el poder las hienas estén riendo y corroyendo las sobras de la
oligarquía hondureña en nuestras propias caras.
La derecha, jamás lo olvidemos, dará como se ha
venido diciendo, condiciones para que la izquierda avance, eso es totalmente
falso. Es una ilusión, apariencia; los que crean que el enemigo nos abre las
puertas o nos regala condiciones están totalmente perdidos en esta lucha, o
también forman parte de esa ilusión. El entorno para luchar jamás ha sido y
será un camino alfombrado, al contrario es pedregoso. Los que no aprendamos a
lidiar sobre las piedras, no seremos jamás buenos soldados.
La izquierda tiene que empujar con fuerza, crear,
encontrar instrumentos-espacios-formas de lucha. Se me viene a la memoria, el
entusiasmo y la creatividad del pueblo, durante los primeros meses del Golpe de
Estado, por supuesto con nostalgia, y no me queda duda que es así como deben
ser estos cinco años, claro incorporando las nuevas necesidades que enfrenta la
resistencia como la de organización, capacitación, identificación de nuevos
líderes, motivos y formas de lucha locales, etc., etc., etc. Iniciar esta nueva etapa con entusiasmo y
alegría es necesario, diría yo urgente. En la medida en que busquemos
motivaciones, se nos hará más fácil transitar cinco años casi en la penumbra.
Incomoda pensar lo qué veremos durante este lapso
de tiempo: incremento del desempleo, más
problemas en la educación y en la salud, más problemas agrarios, más incremento
del narcotráfico, más incremento de la violencia, incremento en la migración y
la lista es interminable... Y quizás… después de las elecciones del año 2016
recibiremos un país sumamente enfermo, raquítico, más hambriento, adolorido, que
apenas pueda balbucear la palabra ¡auxilio! ¡Claro que incomoda! Muchos y
muchas abandonarán el barco revolución; otros/as se lanzarán desesperados por
la borda; otros/tras volverán a sus viejos asientos en los partidos
conservadores, incluyendo lo que queda del Partido Liberal, a quienes hoy se
les presenta una gran oportunidad para levantarse del fango y demostrar que aún
en las condiciones en que está pueden salvar el país de cuatro año más de
gobierno nacionalista: que no es más que corrupción al más alto grado,
inoperancia y falsedad. Otros y otras somos empedernidos idealistas, que aunque
golpeados/as y sangrantes, estaremos ahí esperando que amanezca, o esperando que
alguien grite: ¡tierra, tierra! Lo importante es no detenerse a descansar en
este camino, sino buscar, proponer, abrir, impulsar todo aquello que nos
fortalezca y que ayude a crear tales condiciones…
Entonces debemos prepararnos para varias cosas, algunas:
encontrar la paz interior, la paciencia espiritual para recorrer el camino de
cinco años o quizás más. Estar preparados para una lucha que se agudizará con
el paso del tiempo y se volverá cada vez más intrincada. Tener el valor para
recibir un país moribundo en el año 2017 ¿qué futurista? Saber qué vamos a
hacer con ese país que se encontrará a las puertas de la muerte y no dejar que
se nos vaya de las manos.
Cualquier decisión tomada en la Asamblea
Nacional o cualquiera que se pudo haber tomado, es meritoria y respetada, en
eso estamos, en un proceso de unidad de criterios. Cualquier decisión tomada o
que se pudo haber tomado tienen sus pros y sus contras si se analizan con seso,
cuando se está en medio de una guerra, hasta uno mismo es un arma de doble
filo. Puede que se haya tomado la decisión correcta, pero también cabe la duda
de que no, solamente el tiempo nos dará la razón. Como dije, lo importante es
no detenerse porque por un minuto que descansamos los enemigos avanzan diez.
Ahora baste la inteligencia y la astucia, la
disciplina y la entrega, baste la confianza entre nosotros mismos. Todos y
todas a poner nuestras piedras en el mismo camino no importe el tamaño, el
color y la dureza.
“Sólo a
través de la toma del poder se libera a un pueblo”
Nelson
Mandela
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