Por la
sangre de agosto de 1982:
Asesinato
de cinco estudiantes universitarios
Rebeca Becerra Lanza
01 de agosto de 2011
El 4 de agosto de 1981 el Consejo
Superior Universitario Centroamericano CSUCA emitió un pronunciamiento como
declaración conjunta que reflejaba el pensamiento político de los
representantes de la educación superior centroamericana, pero que a la vez se
convertía en una declaración antagónica, colectiva y personal frente a los
intereses de la política pro-imperialista y guerrerista que acosaba al área Centroamericana
durante la década de 1980, denominada en Honduras la década perdida. El documento fue firmado en la ciudad de
Tegucigalpa en el marco de la Décimo Tercera Reunión Ordinaria. La declaración
fue suscrita por los Rectores/as y Secretarios Generales de las Federaciones
del área centroamericana; por Honduras firmaron Juan Almendares Bonilla/Rector
y Eduardo Becerra Lanza/Secretario de la FEHU.
El documento hacía ver el repudio a
las constantes agresiones y acciones de fuerza extranjera que impedían –y que
hoy continúan impidiendo- la liberación de los pueblos centroamericanos y la desestabilización
de los gobiernos progresistas de la región. El repudio a la carrera
armamentista que imponía el enfrentamiento entre centroamericanos, además de
implantar el terror desmeritando la paz y la tranquilidad en el Istmo. Asimismo
impulsar un Programa que lograra el objetivo de establecer y reconocer a la
región centroamericana como una ZONA DE PAZ. Reconocer el derecho que tienen
los pueblos a determinar su propio destino y respetar su soberanía. Entre estos
cuatro apartados se propusieron alrededor de 9 puntos, uno de los cuales era
apoyar la iniciativa de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) de
realizar un encuentro internacional con el propósito de lograr el pronto
establecimiento de la región centroamericana como ZONA DE PAZ y que sirviera de
ejemplo a otras regiones del mundo, incidiendo en el compromiso que como seres
humanos tenemos de buscar día a día la no destrucción de la humanidad.
Esta declaración y las actuaciones
de los frentes estudiantiles dentro del Alma Mater, como la del Frente de
Reforma Universitaria (FRU), principal fuerza estudiantil dentro de la UNAH en
esa década, el cual fue fundado en 1959 con el objetivo de hacerle frente
patrióticamente a los desafueros de los partidos tradicionales, liberal y
nacional, que a base de fraudes y matanzas se turnaban el poder del Estado, el
FRU fue concebido como un frente amplio de fuerzas revolucionarias con
posiciones nacionalistas, que a la altura de la década de 1980 era conocido a
nivel nacional no sólo por defender los derechos de los estudiantes a nivel
universitario y medio, sino por defender los derechos del mismo pueblo
hondureño principalmente de aquellos sectores más desposeídos, confirmaron que
la UNAH se convirtiera en uno de los objetivos principales para sembrar el
terror entre la dirigencia educativa superior que decididos y comprometidos por
principios humanos, unionistas y patrióticos representaban una fuerza creciente
de oposición ante la política de la Doctrina de la Seguridad Nacional que, a
través de Gustavo Alvares Martínez, durante el gobierno liberal de Roberto
Suazo Córdoba, quería acallar con asesinatos selectivos todo intento de
oposición por la defensa de la democracia.
En este sentido el papel de los
líderes estudiantiles dentro de este recinto universitario, saltó la valla a
nivel nacional, convirtiéndolos en potentes líderes nacionales opositores. La
UNAH se convirtió en un objetivo prioritario de la política de Suazo Córdova,
Gustavo Alvares Martínez, la Embajada Norteamericana, la CIA, el Frente Unido
Universitario Democrático (FUUD) y la ambición personalista de Oswaldo Ramos Soto
que luchaba por alcanzar la Rectoría a como diera lugar, sin olvidar que era el
Secretario de la Alianza para el Progreso de Honduras (APROH) organización que
financiaba la política de la Doctrina de la Seguridad Nacional, avalada
principalmente por la oligarquía hondureña y la Iglesia Católica.
En los meses de abril y mayo de 1982
Oswaldo Ramos Soto y Julio César Valladares Salinas, éste último expresidente
de la FEUH, realizaron denuncias sistemáticas en el sentido de que la UNAH se
había convertido en santuario de comunistas, en el campo de entrenamiento de
guerrilleros y en un gran depósito de armas para suplir a la guerrilla salvadoreña
y hondureña. Gustavo Alvares Martínez enloquecido por el poder y el apoyo de
Ronald Reagan, le dio amplio crédito a las denuncias de éstos dos asesinos con
lo que se autoriza el procedimiento criminal contra la juventud estudiantil
hondureña. Meses después Gustavo Alvares Martínez, Oswaldo Ramos Soto y Julio César
Valladares Salinas habían madurado el plan macabro para apoderarse de la UNAH
que en su primera etapa consistió en organizar una estructura represiva dentro
de la máxima casa de estudios con una escuadra de denuncia dentro de las fila
del Frente Unido Universitario Democrático (FUUD); formación de un escuadrón de
secuestro con elementos del G-2 y la Dirección Nacional de Investigaciones
(DNI); y formación de un cuerpo de eliminación física formado por exguardias
somocistas. Toda esta estructura de muerte estaba matriculada como estudiantes
universitarios y estaban pagados por el Secretario de APROH, Oswaldo Ramos Soto
siguiendo órdenes de Gustavo Alvares Martínez, quien manejaba los fondos de
esta organización como Presidente que era.
Los objetivos concebidos para
apoderarse de la UNAH y su dirección administrativa fueron detener el proceso
electoral garantizado por los estudiantes de la FEUH a practicarse el 18 de
agosto de 1982; sembrar una ola de terror armada y anticomunista para
desbaratar a todos los grupos estudiantiles oponentes; descabezar el movimiento
estudiantil de todos sus líderes; y tomar la dirección de la UNAH a través de
un plebiscito para darle a la maniobra criminal y asaltante un tinte
democrático objetivo último que no se cumplió.[1]
Antes de los hechos de este agosto
sangriento de 1982 donde quedaron sepultadas las vidas de cinco estudiantes
universitarios, fue desaparecido y asesinado el 5 de septiembre de 1981 el
estudiante Oscar Alexis Colindres y
el 12 de setiembre del mismo año el estudiante Ángel Manfredo Velásquez, hermano de la profesora Ilse Velásquez
asesinada en el curso de este año en una manifestación del gremio de maestros.
En abril de 1982 fueron detenidos y desaparecidos temporalmente Gilda y Suyapa Rivera, Milton y Janeth Jiménez los cuales
afortunadamente fueron puestos en libertad pocos días después de su captura. El
22 de julio de 1982 fue detenido el Tesorero de la FEUH, estudiante Juan Ángel Ayes, quien después de 8
días de tortura fue puesto en libertad bajo la amenaza de abandonar el país.
Ayes recomendó a sus compañeros estudiantes abandonar la patria porque corrían
el peligro de ser asesinados en cualquier momento por órdenes de Gustavo
Alvares Martínez y Juan Blas Salazar, Jefe de la Dirección Nacional de
Investigación (DNI). Juan Ayes abandonó inmediatamente la ciudad de Tegucigalpa
rumbo a México.
Pese a las amenazas a muerte y la
persecución política, ninguno de los estudiantes abandonó el país demostrando
de esta manera su alta conciencia revolucionaria y su entrega a la lucha por
mejorar las condiciones en que vivía la mayor parte del pueblo hondureño. Es
así que el 1 de agosto de 1982 fue detenido y desaparecido el Secretario
General de la Federación de Estudiantes Universitarios de Honduras FEUH, José Eduardo Becerra Lanza. Eduardo fue
candidato a la Presidencia de la FEUH en dos ocasiones. Líder estudiantil en
los colegios de secundaria y un excelente alumno en la escuela primaria. Al
momento de su desaparición Eduardo había comenzado su carrera como docente
universitario y cursaba el cuarto año de la carrera de Medicina.
Desde muy joven se
destacó por ser justo y valiente, cualidades que lo levantaron como líder del
movimiento estudiantil universitario, desde el Movimiento de Bases del Frente
de Reforma Universitaria (FRU), pasando como miembro estudiantil del Consejo
Universitario, hasta la Secretaría General de la Federación de Estudiantes
Universitarios de Honduras (FEUH). En plena ejecución de la Doctrina de
Seguridad Nacional, Eduardo expresaba la voz representativa del Alma Máter
contra la represión lanzada sobre líderes sociales por tres ejércitos
irregulares que operaban en el territorio nacional: el salvadoreño, el contra
nicaragüense y el estadounidense. Los jóvenes fueron las primeras víctimas del
abuso de autoridad y de poder, entre ellos los estudiantes que encendían la ira
de los oficiales militares impulsores del silencio con terror, y de los civiles
que caminaban, pensaban y hablaban como ellos.
Eduardo, que atraía por su inteligencia de alta velocidad, sus palabras ordenadas y pensamiento fresco, innovador y subversivo, era blanco de enemigos situados en la propia Universidad Nacional. Oswaldo Ramos Soto, para entonces candidato a la Rectoría inducido por el General Gustavo Álvarez Martínez, encarnaba al prototipo Salvador de la Patria que acabaría con la amenaza comunista desde la Universidad. Odiaba a Eduardo.[2]
Eduardo antes de su desaparición
defendió y denunció abiertamente las violaciones que sobre derechos humanos se
estaban cometiendo en el país pronunciándose como Secretario de la FEUH a favor
de los detenidos, desaparecidos y asesinados políticos. En 1981 con la llegada
de Amnistía Internacional para conocer la situación de los presos políticos en
Honduras la FEUH preparó manifestaciones para exigir al gobierno la excarcelación
de los presos políticos; como representante de los estudiantes universitarios Eduardo
se hizo presente ante la comisión de Amnistía Internacional señalando que para
la época habían más de 100 estudiantes detenidos en diferentes cárceles
acusados arbitrariamente de realizar actos subversivos.[3]
Asimismo emitió pronunciamientos a nombre de la FEUH por la desaparición de Juan
Ángel Ayes y Gilda y Suyapa Rivera, Milton y Janeth
Jiménez, Juan Ángel Ayes entre otros compatriotas detenidos, desaparecidos.
El 15 de agosto de 1982 fue detenido
en Tegucigalpa el estudiante universitario y dirigente sindical Félix Martínez. 13 días después de su
arbitraria captura apareció su cuerpo, presentando brutales torturas como
quebraduras en las piernas, escoriaciones profundas en sus manos, pies, espalda
y costados; presentaba 13 heridas profundas de arma blanca y desfiguramiento de
su cara por quebraduras en el cráneo e inflamación del rostro. De su muerte
gozaron cobardemente sus enemigos ideológicos que lo entregaron a las bandas
somocistas para que lo asesinaran, y los enemigos de izquierda que adversaban
su independencia del anarquismo político oportunista, que lo odiaba por su
sinceridad de indio revolucionario; se silenciaron cuando su cadáver de “Juan
Caite” apareció salvajemente asesinado[4].
El 20 de agosto de 1982 fueron
detenidos y desaparecidos los estudiantes universitarios Reinaldo Díaz y Roberto Fino,
quienes fueron encontrados muertos en estado de descomposición en las cercanías
de Tegucigalpa. Fueron salvajemente asesinados y destrozados sus cadáveres con
golpes de hacha.
El 25 de agosto de 1982 fue detenido
el estudiante universitario Tomas Aquino,
cinco días después fue encontrado su cadáver despedazado por las aves de rapiña
cerca de la hacienda y aserradero EL Pino en la vieja carretera que conduce a
Olancho. Los girones de su cuerpo fueron identificados porque en su rasgado
pantalón colocaron deliberadamente un pedazo de cartulina escrito con su nombre
y ocupación de estudiante.
El operativo contra los estudiantes
universitarios fue público y orientado a destruir el movimiento estudiantil
hondureño; los estudiantes de primera fila fueron diezmados; los líderes
estudiantiles de posiciones democráticas fueron perseguidos, desaparecidos y
asesinados cobarde e inhumanamente; los intentos de unificación de los frentes
estudiantiles se hizo cada vez más difícil; la derecha reorientada y altamente
asesorada terminó con sus oponentes y por fin se apoderó de la UNAH desde
entonces hasta la fecha.
Como expresa Víctor Manuel Ramos en
un artículo publicado en Diario Tiempo el 9 de junio de 1988 titulado La
FEUH ha muerto no se equivocó la FEUH murió en la década de los 80`. Dice
Ramos: La FEUH ha muerto. Otrora esta organización de estudiantes
universitarios, mostró una enorme valentía en la defensa de los sagrados
intereses de la nacionalidad hondureña. Ahora es un simple cascaron muerto que
lo único que resta es que la sepulten en el basurero de las cosas inservibles.
… La FEUH ha perdido todos sus
sentidos ya no palpita su corazón junto con el del pueblo. Ha muerto. Pero por
suerte hay todavía en los predios universitarios jóvenes dignos capaces de
recoger en sus manos limpias y valientes las banderas de Rubén Merlo, Gerardo
Salinas, Eduardo Lanza y otros mártires que entregaron su sangre para dar un
vivo ejemplo de la tarea destinada a la intelectualidad universitaria de
levantar bien en alto la bandera azul-blanco-azul con sus cinco estrellas, tan
alto que el cielo se confunda con ella y con la diafanidad de una Patria justa,
digna y libre como la caracterizó el universitario universal de nuestro pueblo,
Francisco Morazán en su Manifiesto de David.
La FEUH ha muerto. Pero para suerte
de Honduras la juventud sigue aun con vida. Confiemos en que rescatará las
banderas de la dignidad y que le veremos pronto marchar dirigiéndose con el
resto del pueblo hondureño, la Historia hacia un futuro promisorio”.
[1] Testimonio de un crimen histórico (memorias)
Roberto Isauro Becerra Alvarado, padre de José Eduardo Becerra Lanza. S. f.
[2]Ninoska Benítez. Eduardo Becerra Lanza. http://www.cofadeh.org
[3] Comisionado Nacional de
Protección de los Derechos Humanos. Los
hechos hablan por sí mismos. Informe preliminar sobre los desaparecidos en
Honduras 1980-1993. Edit. Guaymuras. Tegucigalpa, Honduras 1994.
[4] Testimonio de un crimen histórico (memorias) Roberto Isauro Becerra
Alvarado, padre de José Eduardo Becerra Lanza.
REALMENTE FUE UNA ÉPOCA DIFÍCIL, PERO CONSIDERO QUE SE EQUIVOCARON, ALVAREZ Y CIA. Y ESTE SR. CERVECITAS HELADAS, EL PUEBLO SIGUE FIRME, PORQUE LAS IDEAS NO SE MATAN, FLORECEN COMO LAS ROSAS EN LOS JARDINES DE LOS POBRES...PERO CREO Q LA JUSTICIA DEBE SER SERIA, DIGO PARA CREER EN ELLA, DE LO CONTRARIO EL CABALLO DE LA HISTORIA LOS ARROLLARÁ,,AMEN
ResponderEliminarHOY COMPAÑERO EDUARDO, MUERE TU QUERIDA MADRE SIN HABER ENCONTRADO TU CUERPO, JUNTO AMUCHOS COMO EURAKE ZAVALA Y MOISES LANDAVERDE, DESCANCEN
EliminarHOY LA MADRE DE MI COMPAÑERO EDUARDO MUERE Y CON ELLA SE LLEVA EL DOLOR DE NO HABER ENCONTRADO EL CUERPO, ASESINADO POR EL ESCUADRON DE LA MUERTE Y LOS QUE MANEJABAN LA APROH COMO RAMOS SOTO, ASESINOS, DESCANZA EDUERDO, DESCANZA JUNTO A NUETROS COMPAÑEROS MUERTOS EN LA LUCHA COMO EURAKE ZAVALA, MOISES LANDAVERDE Y MUCHOS MAS
ResponderEliminarEduardo fuiste y serás un gran ejemplo de lucha
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